PUREPÉCHA
SIGNIFICADO DE
PUREPÉCHA
P'orhépecheo o
Purhépecherhu, que significa "lugar donde viven los p'urhé". De
acuerdo con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en
México, este pueblo de las regiones lacustre y montañosa del centro de
Michoacán se llama a sí mismo p'urhépecha, y cada uno de sus integrantes
es un p'urhé o p'uré que significa gente o persona; esto implica
una autoafirmación como seres humanos y pueblo en general. Existe una polémica
respecto de esta denominación, debido a que, en la antigüedad, los p'urhépecha
eran siervos y ayudantes de guerra y sólo a ellos se les nombraba así, mientras
que, por ejemplo, a los señores principales se les denominaba achéecha.
Razón por la cual se considera inadecuado hablar de un imperio purépecha. En
todo caso, en la actualidad, el etnonimo en uso es el de purépechas en español
o p'urhépecha en lengua purépecha.
UBICACIÓN
Los purépecha son un pueblo indígena
que habita primordialmente en el
estado de Michoacán, México, que
fueron conocidos como los michoacas o michoacanos en su etimología náhuatl,
como habitantes del Michhuacan (lugar
de pescados), y que también
habitaron en los estados de Guanajuato y Guerrero, en México.
LENGUA
El idioma purépecha, tarasco
o michoacano (autoglotónimo: P'urhépecha, pronunciación:
[pʰuˈɽepet͜ʃa]), es un idioma hablado por los miembros del pueblo purépecha del
occidente de México.
El purépecha presenta muchas
características lingüísticas que lo hacen parecer un idioma singular, muy
diferente de otras lenguas de Mesoamérica. De hecho, la lengua p'urhépecha ha
sido clasificada como un idioma o lengua aislada, ya que hasta ahora no se ha
podido establecer ninguna relación de origen común con alguna de las lenguas
que se hablaron, o hablan, en México u otro país, aunque Morris Swadesh,
sugirió alguna similaridad remota de tipo léxico con otros idiomas de América.
Esta propuesta no ha tenido demasiada aceptación entre los especialistas en
estas otras idiomas.
El purépecha es una de las lenguas
indígenas de México con mayor vitalidad. Se divide en tres variantes
dialectales: la de la región lacustre, la central y la serrana (algunos
incluyen una cuarta, la de la Ciénaga). De acuerdo con cifras del XII Censo
General de Población y Vivienda de 2000, existen unos 121 409 hablantes
asentados en 22 municipios y siendo un 25 % de los mismos monolingüe en
purépecha y el resto bilingües en español. En la actualidad se hablan 56
idiomas a lo largo y ancho del territorio mexicano.
POLÍTICA
El Cazonci al cual también se le conoce
como Irecha era la cabeza de la organización política este designaba a los
caciques de las poblaciones bajo su dominio bien entonces después del Irecha
seguían los caciques que eran mucha de las veces parientes del Irecha en la
estructura de gobierno; sobre el Irecha recaía todo el poder administrativo,
militar y religioso y su lugar a su muerte la ocupaba la mayoría de las veces
su hijo, también un grupo de personas de la nobleza ayudaba a gobernar al
cazonci estos eran como una especia de consejo administrativo.
El tipo de gobierno de la cultura
Purépecha fue monárquico-teocratico.
ECONOMÍA
Su economía se sustentaba en la labor
agrícola, el maíz, el frijol, el algodón, la calabaza y el chile fueron los
cultivos principales, la pesca fue otro importante medio de subsistencia al
igual que la recolección de frutos silvestres y la fabricación de utensilios de
uso cotidiano en piedra, madera o metal.
ORGANIZAIÓN SOCIAL
La organización
social purépecha, se basa en extensos
clanes familiares que construyen varias unidades habitacionales y
comparten un mismo patio, de esta forma, establecen comunidades
que son regidas por un consejo de
ancianos, y algunos representantes
comunitarios con funciones administrativas o ceremoniales. Por
otra parte, ejercen algunos cargos oficiales
como el de concejal, alcalde, jefe municipal, juez, consejo de vigilancia,
registrador civil, entre tantos. Si hacemos una retrospectiva, esta unidad
residencial compuesta de abuelos, padres e hijos con sus esposas, proviene de
la antigua Mesoamérica y se sigue manteniendo en la actualidad. Con ello, la organización social purépecha,
ha demostrado ser capaz de adaptarse a los grandes cambios sin perder su
esencia, logrando así satisfacer sus necesidades económicas y resguardar los
patrimonios familiares, conforme a cada una de las etapas por la que ha pasado
esta antigua civilización.
VESTIMENTA
MUJER. El traje de la mujer consiste en
una falda "sabalina", la cual sujetan con un ceñidor y dejan
sobresalir 20 cm de tela para formar el famoso "rollo" de las
tarascas. El traje consiste en una falda negra, de pañete, con enaguas blancas
de manta. Portan dos ceñidores; el primero sostiene la falda, el otro sirve de
adorno. La camisa se usa plegada sobre el pecho y la espalda, con una jareta a
lo largo del escote; va bordada sobre los hombros y alrededor del escote, con
figuras de flores, perros y otros animales. Los delantales son de cretona, en
cuadros de colores. El peinado consiste en dos trenzas y llevan aretes de
diversas formas.
HOMBRE. Su traje consiste en una faja
tejida a mano, sobre un traje de manta, y un sombrero de petate o de tubo de
trigo, para uso diario. Las mujeres usan rebozos obscuros, rayados; sus blusas
son bordadas con diseños de punto de cruz y colores muy vistosos; sus
delantales de percal, así como muchos metros de lana azul o negra alrededor de
la cintura a manera de falda. Los hombres usan camisa y calzón de manta. Ambos
usan guaraches como calzado.
GASTRONOMÍA
Desde nuestros antepasados, la comida a base de maíz, frijol y chile,
fue el alimento principal, con la llagada de los españoles, la gastronomía se
diversificó y complementó, en la actualidad, las recetas de la cocina
tradicional indígena se ha dado de generación en generación y es ahora una
variedad de sabores, colores y olores. Su
alimentación está basada en maíz, frijol y pescado, sobre todo las comunidades
que viven alrededor del lago de Pátzcuaro. La más representativa es el
“platillo de pescado blanco”, que se prepara al mojo de ajo, capeado o al
natural; está, también, el caldo michi, las truchas en escabeche, el churipo,
las carnitas, la sopa tarasca, las corundas, los tamales de ceniza, el pozole,
los buñuelos, los charales, los uchepos y el pozole batido. El
tradicional churipu con sus kurhundas, un delicioso y picoso chile a base de
tinguaraque en molcajete, embarrado en un tortilla de maíz hecha por las manos
mágicas de las Uarhí –mujeres- indígenas, maíz blanco o azul o combinado, que
luego tienden o deslizan sobre un comal de barro de allá de Patambán que es
sostenido por las paranguas y calentado por las llamas producidas por leña de
pino o encino. La diversidad de atapakuas; del rojizo mole tatemado en enormes
ollas de barro sostenidas por un huancipo; de los hongos colorados guisados con
chile o Yarinderekua; las kuruchas asadas, doradas o empanizadas. Unos ricos
nacatamales de chile rojo en hojas de mazorca. Toda una gama de comidas
que les dan identidad, que tienen su origen ancestral, con ingredientes
propios del arte culinario de una tierra pura.
FESTIVIDADES
Las comunidades indígenas de Michoacán
acostumbran sembrar maíz azul, morado y blanco, junto con cultivos de calabaza
y frijol, lo cual da sustentabilidad a la siembra, ya que todos se complementan.
El maíz es moneda, es reserva, para intercambiarlo o venderlo por otros
productos que necesita la familia. Si se siembra frijol con maíz, se tiene
asegurada la comida para todo el año. En la meseta purépecha, en la milpa, la
mujer trabaja del lado del marido, junto con los hijos y los nietos. Así, en la
preparación de la tierra, la siembra, la asegundada y la cosecha, la familia
convive y se integra. Se come en la milpa entre los surcos y muchas veces la
mujer marca el ritmo del trabajo. Tradicionalmente, el atole de maíz forma
parte de los momentos relevantes del ciclo de vida en la región purépecha. Está
presente en el nacimiento como alimento de la madre y se obsequia en el
bautismo; en la “fuga” de la novia y el “perdón”; se ofrece a los padres de la
“raptada”, y también forma parte de la fiesta de la boda. Igualmente, se bebe
atole como parte del evento ceremonial, donde se da nombramiento de “cargueros”
y no puede faltar en los velorios. En Michoacán, en bodas, bautizos y fiestas
patronales se acostumbra dar de comer a los invitados churipo, que es un caldo
de res con chile rojo y corundas. Esta es la comida de fiesta más tradicional,
señala Adelaida Huerta Solís, originaria de la comunidad de Santo Tomás, en la
cañada de los 11 pueblos, una de las tres regiones de la cultura purépecha en
la entidad. La corunda más tradicional de la región es la qu e va rellena de
frijoles, que en purépecha se denominan jaguacatas .En cambio, en los funerales
se acostumbra dar atapakua a los invitados, un platillo consistente en mole
rojo con queso, espesado con maíz morado o azul, molido en metate; también
puede llevar semilla de calabaza o chilacayote. De igual forma, se acostumbra
el xanducata, que es mole rojo con queso espesado con masa y lleva carne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario